¿Por
qué no creernos todo lo que leemos?
Como
médicos o sanitarios en general, estamos acostumbrados a apoyar nuestras
decisiones diarias en la literatura científica existente. Buscamos, revisamos y
estudiamos artículos sin parar con el fin de mantenernos al día y poder ofrecer
a nuestros pacientes un mejor cuidado aplicando la mejor evidencia disponible
en cada momento.
Poco
a poco, todos hemos ido formándonos en mayor o menor medida en la lectura de
artículos: Nos han enseñado a desconfiar de artículos sobre tratamientos sin
aleatorizar, conocemos el valor del doble ciego y buscamos ansiosos las “p”
para ver las diferencias estadísticas de las diferentes propuestas. En esta misma línea, hemos aprendido que un ensayo clínico
aleatorizado es estupendo pero que un meta-análisis es lo más parecido a la “verdad actual”.
Entonces,
¿qué pasa cuando se publican meta-análisis que podríamos denominar como
“turbios”? ¿Por qué se publican? . Aquí entramos en el mundo de las opiniones
personales, pero creo que en los últimos años el abuso de la publicación de
este tipo de trabajos es debido a la “necesidad” de algunos centros o
científicos de continuar publicando a pesar de no estar realizando ningún tipo
de investigación para mantener un estatus o un rendimiento. En fin, esto solo
es una opinión.
Centrémonos
entonces en un trabajo actual y veamos qué problemas conllevan estos trabajos:
Título:
Antibiotic
prophylaxis for urinary tract infections after removal of urinary catheter:
meta-analysis
Revista:
BMJ (British Medical Journal)
Fecha
de publicación: Junio de 2013
Factor de Impacto: 17.215
Continúa...
Abstract:
Objective To determine whether
antibiotic prophylaxis at the time of removal of a urinary catheter reduces the
risk of subsequent symptomatic urinary tract infection.
Design Systematic review and
meta-analysis of studies published before November 2012 identified through
PubMed, Embase, Scopus, and the Cochrane Library; conference abstracts for
2006-12 were also reviewed.
Inclusion criteria Studies were
included if they examined antibiotic prophylaxis administered to prevent
symptomatic urinary tract infection after removal of a short term (≤14 days)
urinary catheter.
Results Seven controlled studies had
symptomatic urinary tract infection after catheter removal as an endpoint; six
were randomized controlled trials (five published; one in abstract form) and
one was a non-randomized controlled intervention study. Five of these seven studies
were in surgical patients. Studies were heterogeneous in the type and duration
of antimicrobial prophylaxis and the period of observation. Overall, antibiotic
prophylaxis was associated with benefit to the patient, with an absolute
reduction in risk of urinary tract infection of 5.8% between intervention and
control groups. The risk ratio was 0.45 (95% confidence interval 0.28 to 0.72).
The number needed to treat to prevent one urinary tract infection was 17 (12 to
30).
Conclusions Patients admitted to
hospital who undergo short term urinary catheterization might benefit from
antimicrobial prophylaxis when the catheter is removed as they experience fewer
subsequent urinary tract infections. Potential disadvantages of more widespread
antimicrobial prophylaxis (side effects and cost of antibiotics, development of
antimicrobial resistance) might be mitigated by the identification of which
patients are most likely to benefit from this approach.
Si
leemos este abstract, aparentemente queda claro que se trata de un
meta-análisis, publicado en una gran revista, que concluye que dar antibióticos
a los pacientes como profilaxis tras la retirada de sondaje urinario puede
prevenir (muy significativo estadísticamente) el desarrollo de infecciones
urinarias posteriores relacionaras. Si
tenemos prisa, no pasaremos de aquí. Ésta es la idea que nos quedará en la
cabeza y probablemente empecemos a tratar de manera consecuente con nuestros
pacientes.
Ahora
bien, si tenemos un poco más de tiempo, podemos hacer un ejercico de lectura
crítica un poco más desarrollado y ver que hay bastantes cosas que chirrían en
este trabajo (desde mi humilde opinión como clínico casi novato y estadístico
aficionado, ojo)
[Lo
ideal sería que tuvierais una copia en papel delante para poder ver los
comentarios dónde encajan]
Incluyen
trabajos que cumplan los criterios de inclusión desde 1947 hasta 2012. Realizan
dos búsquedas en paralelo e incluyen finalmente un total de 7 trabajos. Aquí os
dejo la tabla de los estudios incluidos:
Seguir el link para ver la imagen con mejor resolución
Puntos
cuestionables
- De los siete
trabajos, no hay dos que compartan la misma pauta de
antibióticos. 7 trabajos, 7 pautas diferentes, variando desde una
dosis única hasta tratamientos de 3 días completos. ¿Podemos meter en el
mismo saco un sobre de monurol o una pastilla de TMP/SMX que tres días
completos de Ciprofloxacino que en sí mismos ya constituyen un tratamiento
completo según algunas guías de una infección urinaria?
- Las fechas de publicación de estos trabajos son llamativas. Dos
de los siete artículos tienen más de 20 años. ¿Por qué es este
dato importante? Hace 20 y 30 años, las medidas higiénicas con las que se
realizaba un sondaje eran bastante diferentes. Además, en aquella época se
utilizaban todavía sondajes urinario abiertos, algo descartado desde hace
años. Finalmente, el problema de las resistencias antimicrobianas en aquel
momento era prácticamente inexistente a nivel general.
- Más del 85% de
pacientes son postoperados (más del 60% han sido intervenidos
de prostatectomía, casi todos radical) ¿De verdad es lo mismo la profilaxis de infección
urinaria en una mujer sondada por un edema agudo de pulmón que un varón de
80 años intervenido de prostatectomía radical? ¿alguien se cree esto?
- Aunque refieren que 6 de los 7 trabajos son randomizados,
el que no lo es tiene más del 50% de pacientes totales (Es cierto que
intentan paliar esto realizando un subanálisis posterior excluyendo este
artículo)
- Volviendo a los tratamientos: En este gráfico “forest plot”
podéis ver que el trabajo con más impacto en términos de N es el mismo que
realiza una pauta de 3 días completos de ciprofloxacino. Además, en este
estudio la media de días que los pacientes llevaban sonda en ambos grupos
es superior al resto de estudios. Es decir, los pacientes que superan los
7 días de sondaje vesical, más que una profilaxis, reciben casi un
tratamiento de infección urinaria. ¡Esto sería como decir que el tratar una bronquitis (la
tengas o no) durante 7 días con antibióticos hace que sea más difícil que
tengas otra una semana después!
Mis conclusiones
A pesar de ser una
revista de primer nivel mundial, creo que se trata de un artículo o que no
debería influir en nuestra manera de hacer clínica. No tengo claro que tenga
validez ni aplicabilidad dado que los pacientes son sesgados con respecto al
global que vemos, los tratamientos que se valoran son totalmente dispares, los
tipos de sondaje probablemente también. En fin, que cada cual saque sus conclusiones
sobre este trabajo…
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