martes, 29 de julio de 2014

El mayor brote de Ébola de la historia continúa y se exiende por África: 672 fallecidos

Parece increíble que en un país en el que la alarma social por una pandemia gripal hace unos años llevó al Gobierno a comprar 40 millones de vacunas (gran negocio para algunos, supongo) no haya habido casi seguimiento social del mayor brote de Ébola registrado.


Hace tres meses publicamos un post en el blog acerca de la posibilidad de que esta infección se extendiera a regiones europeas, algo  que inicialmente parece poco probable pero que no conviene descartar del todo como concepto. Cepas muy similares han demostrado ser capaces de coexistir en un entorno o hábitat español por lo que podría llegar a aparecer un reservorio animal eficiente. 

Además, el elevado número de vuelos intercontinentales que hay en la actualidad, la creciente población europea que veranea o trabaja en el continente africano y de africanos que viven, visitan o trabajan en Europa, hace plausible la posibilidad de importar con el tiempo algún caso.

Como ejemplo de extensión del brote más allá de las fronteras contiguas hemos tenido esta semana una noticia preocupante. Nigeria, el país más poblado de África, ha aislado un caso probable de Ébola en la ciudad de Lagos (21 millones de habitantes). Además, se están realizando estudios a 57 personas que han tenido contacto con el primero, incluyendo convivientes, pasajeros del mismo avión, personal del aeropuerto...


En este vídeo de 1 minutos del WSJ podéis ver una representación gráfica de la extensión actual de la enfermedad.

¿Qué pasa en España?

Hasta la fecha, se han identificado 9 casos en los que se sospechó inicialmente infección,  todos ellos resultando en falsas alarmas. Cada CCAA tiene un protocolo previsto de identificación, aislamiento y proceder en caso de sospecha de caso de Ébola.

Desde el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC el investigador Luis Unjuanes, según declaraciones publicadas en  El Mundo, comunicaba que si bien es posible la llegada del virus a Europa (tiene un periodo de incubación de hasta 21 días por lo que podrían llegar pacientes asintomáticos pero ya en periodo de incubación sin que fueran correctamente identificados al inicio), el hecho de que se trate de una infección de transmisión por contacto y no aérea hace complicada una posible propagación a nivel pandémico. 

Desde mi ignorancia, reconozco que me parece una afirmación interesante. Es cierto que una transmisión aérea complica mucho el aislamiento y la contención de la enfermedad. Pero asumir que el contagio por contacto hace tan difícil dicha propagación...

Pongamos un ejemplo. En Baleares, si un paciente infectado (pongamos un cooperante) acude a los 15 días de volver de Sierra Leona con un cuadro inicial de fiebre, cefalea y mialgias, es posible que acuda primero a su centro de salud, en el que contactará con su médico y enfermera/o. 

Desde allí, probablemente lo derivarán al hospital de referencia, en el que si pasará por un sistema de triaje, boxes, camillas,... hasta que alguien decida que es una buena idea aislarlo por si acaso. Hasta ese punto, es posible que haya tenido contacto físico con al menos otros 7-10 sanitarios (médicos, enfermeros, celadores, técnicos de radiología,...). Es decir, llevaríamos ya un mínimos de 12-15 personas potencialmente expuestas que volverían ese día a su casa con sus familias o se irían de viaje de fin de semana a la península.... Una vez sospechado el Ébola, se aislará, identificará e iniciarían los estudios de contactos pertinentes. 



Está claro que sobre el papel, en una situación ideal, una posible infección se contendría rápidamente, pero ¿en una situación real?. ¿Sospechará el R1 que reciba al paciente en urgencias por síntomas generales una infección así? ¿Se cumplirán los protocolos de las CCAA?. 

¿Qué opináis vosotros?


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