“If there is any one secret of success, it lies in the ability to get the other person's point of view and see things from that person's angle as well as from your own.” Henry ford | |
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Miguel Ángel Mañez |
Esta semana tenemos una pequeña novedad en el blog. Con la intención de poco a poco ir mejorando la calidad de los post y sobre todo su diversidad, hemos pedido ayuda a Miguel Ángel Mañez.
Para los que no le conozcáis, es quizá uno de los gestores sanitarios más 2.0 que podamos encontrar en la red. Su blog, Salud con cosas, recopila noticias y artículos de opinión que resultan refrescantes y formativos, acostumbrados como estamos a leer por un lado a políticos y por otro a sanitarios (últimamente indignados).
Para este post, reconozco que no se lo pusimos fácil. La única sugerencia sobre el tema que le hicimos fue que intentara escribir algo sobre la financiación pública o privada de la investigación sanitaria en la actualidad. Y este es el resultado;
"Más difícil que un soneto es hablar hoy en día de investigación. Los
problemas de financiación y la "fuga de cerebros" que vivimos en
estos últimos años protagonizan casi todas las noticias de investigación pero
hay más elementos (más allá del presupuesto total dedicado a investigación) que
necesitan un cambio y una mejora. Y aunque no sea un especialista en la
materia, vamos a centrar nuestras ideas alrededor de dos aspectos muy
concretos.
¿Existe una coordinación real en España de las políticas y subvenciones
para la investigación? La planificación se realiza de forma seria y ordenada,
ya que las políticas de I+D+I vienen marcadas por la Unión Europea. Hablar de
investigación en este país es hablar de subvenciones, de ayudas financieras y
de becas, pero la realidad obliga a hablar también de competencia, de grupos de
investigación que se solapan, de infraestructuras avanzadas de investigación
casi en paralelo sin pensar en la colaboración directa, etc. La relación entre
investigación y universidad ha conseguido que algunos de los males de la
universidad acaben contagiando el mundo investigador: endogamia en la selección
de algunos profesionales, poca atención a la evaluación del retorno, poco
espíritu de colaboración y lucha entre centros (si la universidad A abre un
centro de investigación de un tema, la universidad B replica esa estructura en
vez de trabajar con ellos).
Una solución para evitar la batalla por la ayuda (caiga quien caiga)
pasa por la transparencia: acceso en abierto a las publicaciones y a los
resultados obtenidos (manteniendo la confidencialidad en los casos de propiedad
industrial que lo requieran para su transferencia).. Hoy por hoy es imposible
acceder a los datos de los proyectos del FIS y mucho menos conocer las
publicaciones que han salido de cada uno, ni las patentes, etc. La
transparencia podría ayudar a la coordinación.
Además, desde el punto de vista financiero, sería casi una obligación
que las líneas similares trabajaran en conjunto. La competitividad de los
últimos años ante la reducción de las ayudas no beneficia precisamente el
desarrollo de ciertas líneas que precisan del trabajo en equipo de
universidades, centros de investigación, etc. Aquí, si
una línea funciona en la universidad vecina, montamos una igual, nada
de unirnos que es síntoma de debilidad.
El otro gran aspecto es el financiero. En España se ha trabajado más
en la búsqueda de financiación pública directa que en la transferencia del
conocimiento a la sociedad, y en los casos de investigación aplicada no es
precisamente una buena táctica. De hecho, en algunos casos, las ayudas
solicitadas buscan financiar la estructura de los grupos que los proyectos en
si, y el gran tamaño de algunos centros de investigación casi obliga a buscar
subvenciones para mantener los gastos.
Quizás el desarrollo de estructuras de transferencia resultados (OTRI
y oficinas de gestión de la investigación) y el control estricto de las líneas
de investigación estancadas o que no consiguen resultados, conseguiría dar la
vuelta a la tortilla de la investigación. Tenemos OTRI desde los años ochenta
pero siempre han acabado realizando un trabajo más administrativo que de
transferencia, más centradas en los papeles que en las relaciones con otras
entidades.
Si lo resumimos en tres palabras: transparencia, coordinación y
colaboración. No es la solución pero si un camino diferente para dibujar el
futuro. Y quizás la progresiva transformación de las subvenciones directas en
prestamos o ayudas a empresas sea el cuarto elemento de una mesa que sigue cojeando."
Miguel Ángel Máñez
@manyez
http://saludconcosas.blogspot.com
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