lunes, 28 de julio de 2014

Condritis costal izquierda con miositis y celulitis por Salmonella spp. [Caso 36]

Colgamos la segunda parte del que ha sido el caso más comentado y participado en la breve historia del blog. A fecha de hoy, hemos recibido ya un total de 395 respuestas al caso clínico. 

Muchas gracias a todos y esperamos que os guste la presentación preparada por la Dra. Beatriz Castro.



        

Y las respuestas al caso clínico de la semana



Más del 80% de los que habéis respondido habéis optado por la etiología infecciosa en el diagnóstico del caso. En cuanto a las pruebas que solicitaríais, hay como siempre una amplia dispersión. llama la atención que sólo un 27% hayan seleccionado el cultivo del exudado cuando a priori podría ser (si se recoge bien la muestra) una de las pruebas más rentables en este caso clínico, ¿no?.

También parecía razonable sospechar o incluir en el diagnóstico diferencial la posibilidad de una infección tuberculosa para lo que nos podría ser útil el Mantoux e incluso una leishmaniasis cutánea si la zona en la que residís es endémica (Baleares lo es).




Iniciar o no iniciar en este paciente un tratamiento empírico puede ser discutible y seguro que hay varias opiniones válidas o defendibles al menos. A favor de iniciar sin esperar a los resultados de cultivos estaría la sintomatología del paciente, la sospecha de que pudiera tratarse de una infección grave (viendo la lenta progresión de enfermedad en la historia clínica sería discutible). 

A favor de esperar a iniciar un tratamiento dirigido podría estar la lenta evolución que ha presentado que sugiere que un retraso de 2-3 días en inicio de antibióticos podría no ser comprometido para el paciente, el no interferir en subsiguientes cultivos si fueran necesarios,...

También influye aquí la sospecha clínica inicial. Si pensamos en una infección bacteriana, puede tener más sentido el inicio de tratamiento empírico que si sospechamos una TBC o leishmania cutánea en cuyo caso merece la pena en la medida de lo posible confirmar previamente el diagnóstico.

En cuanto a la etiología, un 25% sugieren una parasitosis, quizá condicionados por las prevalencias locales de este tipo de infección en su zona de residencia. En nuestro caso, parecía más posible una infección bacteriana dado el contexto del paciente.



Podéis ver aquí también que el tratamiento empírico también habría sido muy variado en función de la orientación inicial. 

Muchas gracias a todos por participar en el caso, os esperamos la semana que viene...



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